Arizona, alberga bancos de comida que son esenciales en su tejido social y económico. Estos bancos de comida, adaptándose al clima árido y a la diversidad cultural de Arizona, han desarrollado métodos únicos para recolectar y distribuir alimentos.
En este contexto, los bancos de comida no son solo centros de distribución, sino también catalizadores de cambio y conciencia comunitaria en el estado.
